Este es nuestro segundo proyecto ubicado en una estación de esquí, la intervención se basa en un meticuloso respeto al medioambiente usando materiales cercanos, resistentes y coherentes con el entorno de montaña donde se encuentra esta edificación de 520 m2 de planta, dedicados al alquiler de material de esquí y una pequeña zona de tienda y recepción.
Tras un periodo de análisis para entender el funcionamiento de los servicios de alquiler dimos gran importancia al tránsito de las personas ya que surgen momentos puntuales de gran afluencia en los cuales es necesario movimientos intuitivos y rápidos. Se usa un código de color para distinguir las zonas de alquiler, en la dedicada a snowboard predomina el color amarillo pálido, la de esquís en tonos azulados, y color blanco para zonas de venta.
Una luz puntual e indicaciones en los colores oportunos, te dirigen a las zonas de interés haciéndolas más destacables, esto genera un flujo de movimiento más intuitivo y calmado por un espacio apacible en el que hay momentos de gran afluencia.